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viernes, 31 de octubre de 2014

Papa Francisco: Sean misioneros y no “peluqueros espirituales”


Una Iglesia que no sale en misión está enferma, la gente necesita testimonios creíbles, preguntarse por qué somos cristianos, señaló el Papa Francisco en su encuentro con el Movimiento Schoenstatt donde llamó a no dedicarse “al grupito” o peinar ovejas, sino ser misioneros y sostenerse con el rezo del Rosario a María.

Una Iglesia que no sale es una Iglesia ‘de exquisitos’. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento ‘de exquisitos’. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va”, indicó el Pontífice en la audiencia que concedió en el Aula Pablo VI por los cien años de Schoenstatt y donde abordó también María como educadora, la importancia de la familia y el matrimonio, la sociedad de hoy, y la Iglesia.

A continuación las palabras del Papa gracias a Radio Vaticana:

Testimonio, Misión, Oración

“Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. Consejo primero: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan ganas de vivir. Como nosotros. Testimonio. No hay otro. No hay otro.

Vivir de tal manera que otros se interesen en preguntar ¿por qué? El testimonio. El camino del testimonio. Que de eso no hay nada que lo supla. Testimonio en todo. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea testimonio. Testimonio.

Y esto no sólo en las obras de caridad. Por supuesto hay que hacerlas porque el protocolo con el cual nos van a juzgar a todos está en Mateo 25 ¿no es cierto? Bueno entonces sí, testimonio en las obras de caridad, etc. ¿No? En el trabajo de promoción, de educación, de hacer cosas por los demás.

No sólo eso, no. Sino testimonio de vida. ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto. Basta leer el Evangelio de Juan, cómo es repetitivo en eso.

¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El testimonio te tiene que agarrar todo, ¿no? Es una opción de vida. O sea, perdón, yo testimonio porque esa es la consecuencia de una opción de vida. Así es que eso es el primer paso. Sin testimonio no podés ayudar a ningún joven ni a ningún viejo. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no siempre damos un buen testimonio. Pero la capacidad de humillarnos dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el que debe ser.

Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es ir a ayudar, a compartir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos.

Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia ‘de exquisitos’. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento ‘de exquisitos’. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va.

O sea salir, salir de nosotros mismos. Una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos que tenemos que seguir para allá. No quedarnos. Descansar sí, pero después seguir caminando y caminantes, no errantes. Porque se sale para dar algo. Se dale en misión. Pero no se sale para dar vueltas sobre uno mismo, ¿no?, dentro de un laberinto que ni nosotros mismos podemos comprender. Caminantes y no errantes.

Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir ‘Jesucristo es el Señor’ si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenés que rezar. Tenés que reconocer que tenés al Espíritu Santo adentro que y que es el mismo Espíritu Santo el que te da fuerza para ir adelante, ¿no?

Oración. No dejar la oración. Y la oración a la Virgen que es una de las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu relación con la Virgen? Rosario. Pero la oración. Volvemos a lo que dije antes de la Madre. Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella. Oración, misión, salir.

Y una cosa que ustedes los jóvenes van a tener: la tentación del cansancio. O porque no ves los resultados, o porque bueno el espectáculo se acabó y ya está muy aburrido, y voy a buscar otra cosa. En eso, en el primer síntoma de cansancio que encuentren, cansancio del camino, pero de cualquier forma, abran la boca a tiempo. Pidan consejo a tiempo. Me está pasando esto. Salí ‘en cuarta’ y ahora ‘estoy marcha atrás’. Pero la tentación del cansancio es muy sutil. Porque detrás de la tentación del cansancio de salir a la misión, se esconde el egoísmo. Y se esconde, en última instancia, el espíritu mundano, ¿no?, volver a la comodidad, al estar bien, a pasarla bien o como quieran.

Así es que yo te diría: testimonio, para que la luz brille, que no esté escondida debajo de la cama, ¿no?, que brille la luz, y vean las obras buenas que hace el Padre a través de nosotros, obviamente, ¿no? Testimonio. Para que pregunten por qué vivís así, coherencia de vida caminar, caminantes no errantes y cuidarse de la tentación del cansancio. No se me ocurre otra cosa, no cierto. ¿Qué consejo nos da para invitar a nuestros amigos a compartir una vida más plena en Cristo?

Creo que con eso basta, ¿no?”.

Fuente (con vídeo): www.aciprensa.com